sábado, 27 de febrero de 2010

"Se quita lo huera, pero no lo borracha"



La actriz y cantante norteamericana Lindsay Lohan fue fotografiada en el aeropuerto de Los Ángeles con algunos kilos de más y con un color completamente diferente al que tiene actualmente.

La artista de 23 años regresó a Londres luego de haber pasado unos días en los Estados Unidos.

Varios medios aseguran que, a pesar de que Lindsay aseguró recientemente que había dejado atrás los escándalos y todos sus sus vicios, la actriz continúa con sus problemas con el alcohol y que sufre de depresión, publica el sitio Infobae.

Esta semana Lohan asistió a un club nocturno en Bardot, con intenciones de ver a su ex novia, Samantha Ronson. Sin embargo no tuvo éxito.

"Lindsay no quería irse y al final de la noche podrías suponer que estaba esperando a Sam. Nunca hablaron, sin embargo, Sam definitivamente la estaba evitando", aseguró una fuente.

Al día siguiente Lindsay fue al bar Teddy's pero esta vez se presentó muy desmejorada. "Realmente se veía tomada cuando llegó y estaba fuera de sí. Ella necesita ayuda. Necesita resolver sus problemas. No está cuidándose", agregó la misma fuente.

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